La crioterapia de compresión avanzada se ha convertido en una herramienta esencial en el tratamiento postoperatorio de pacientes sometidos a cirugías de rodilla. Estudios clínicos recientes realizados en hospitales de referencia demuestran su eficacia en la reducción del dolor, mejora de la movilidad y disminución del tiempo de hospitalización.
La crioterapia actúa mediante vasoconstricción, reduciendo la permeabilidad capilar y disminuyendo la conducción neural local. Además, el frío estimula las células del asta posterior, lo que contribuye a la reducción del dolor.
Los pacientes tratados con crioterapia de compresión presentaron menos pérdida de sangre, menos dolor al segundo día postoperatorio y un menor consumo de analgésicos durante las primeras 36 horas.
La tecnología de tercera generación (ZAMAR) ha demostrado ser más eficaz en la disminución del dolor y el uso de medicamentos, con una reducción promedio de 1.3 unidades en la escala del dolor y 1.7 tabletas menos de analgésicos.
Estudios comparativos muestran que los pacientes tratados con crioterapia preoperatoria alcanzaron los parámetros de alta hospitalaria en un promedio de 1,08 días, frente a los 1,35 días de los controles.