Los dispositivos ZAMAR se basan en la aplicación de los principios de la termodinámica de la refrigeración industrial al ámbito médico. Gracias a ello, ofrecen alta eficiencia en el intercambio de calor con el paciente, introduciendo nuevos estándares de eficacia a través de transformaciones térmicamente inducidas (cambios de temperatura y estado energético).
Una de sus ventajas principales es que no requieren agua ni hielo. En su lugar, utilizan el líquido patentado ZAMAR como medio de intercambio de energía entre el paciente y el dispositivo. Este líquido forma parte integral del sistema y no necesita rellenarse ni vaciarse tras cada sesión de tratamiento.